lunes, 12 de marzo de 2007

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Sus ojos trozos de espejo de luna rota
Y su mirada el extremo del tizón de la hoguera del mundo
Su nariz canto rodado que se duerme al hundirse bajo agua
Sus mejillas superficie de las dunas ondeando al sol
Sus labios marea ensimismadora de vino y sangre
Sus dientes ejércitos sucumbiendo ante las puertas de lo desconocido
Su lengua la sátira más tierna de la inocencia de un niño
Su sonrisa convulsiones previas al más dulce despertar
Sus orejas el abrazo de la lluvia al despedirse de las nubes
Sus cejas enfurecidos mordiscos de negra turba
Su frente la orilla expectante del más acogedor bosque
Su pelo duelo nocturno de caballos empapados
Su cuello impracticable enredadera por donde el agua desliza
Sus hombros faros en llamas barrancos de mi existencia
Sus pechos las estrellas de las violentas noches de Van Gogh
Sus muñecas los juegos frenéticos en los que perdí todos mis besos
Sus manos la cuna con la que sueño en mis alcohólicos delirios
Sus dedos los asesinos de todos mis temores
Sus brazos las sogas con las que se ahorcan todas mis noches solitarias
Sus caderas sueños incontrolables de febril recorrido
Su ombligo sima cercada por taciturnos paisajes
Su espalda mármol interminable en manos de Rodín
Sus piernas inmersiones en el asfalto de carreteras perdidas
Sus rodillas islas griegas y el silencio de todos los vientos
Su culo los colores y las formas de todas las brochas
Sus pies el hormigueo del despertar en un desierto urbano
Sus tobillos gargantillas de perfumadas flores venenosas
Y sus lágrimas trozos de papel que incendiados se elevan iluminando la noche

by JARO

domingo, 11 de marzo de 2007

La balsa de la locura




Deseo amontonarte, clavarte en una chincheta en mi pared, enfrascarte, meterte en mi mini-cadena, quiero morderte los labios, arrancarte los ojos con los míos, alborotarte el pelo, ver todos los huesos de tu cara de rabia excitada, desencajarte, arrancarte de tu arraigo, poseerte, abrazarte entre cartones, consumirte en un hielo derretido, derrumbarte como una montaña de nata, meterte en un vaso de tubo y ahogarte.

Que seamos absurdos por un día, que me claves las uñas, que te apoyes en mi como las olas se abrazan a los petroleros, que me abandones, que me trasciendas con una hora de noche sin luna.

Quiero que me mires a mi, soy un solemne y retorcido renegado del corazón sangriento de las noches, perfumado de alcohol, crepitando con el tabaco y dolorido como la basura que nunca es recogida, siempre tirado a la puerta de tus labios, oliendo cada día peor, más podrido a cada hora que pasa, más perdido de esperanzas de encontrar tu calma.

Will